martes, 12 de agosto de 2008

Una Buena Idea, de Antonio Álamo

Este libro me deja un regusto entre dulce y amargo en el paladar. ¿Me ha gustado? Sí. ¿Es un buen libro? No lo sé. ¿Lo recomendaría? Quizás. ¿Pasará a formar parte de los elegidos en la historia de la literatura? No.

El planteamiento es original. Güili Gutiérrez, un niño de unos doce años, recibe un regalo de su hermana: un diario en el que escribir su vida. Güili, que es un escritor sin atisbo de duda, decide que, a falta de una buena idea mejor (al estilo kafka, con su hombre convirtiéndose en bicho peludo y asqueroso, un poco como uno de los tantos novios de su hermana), su vida es lo que tiene más a mano. Así que, con una mezcla de estilos de lo más variopinta, nos describe su día a día, desolador en ocasiones, apasionante en otras.

Lo mejor del libro radica, precisamente aquí. En la acidez de la mirada inocente del niño. En el desenmascarar a la sociedad, a la comunidad literaria petulante y cerrada, en el reirse de todo aunque lo que haya debajo sea una profunda tristeza, en el no entender nada pero entenderlo todo, en el poner en evidencia lo que nadie pone (ya se sabe, los borrachos y los niños... ), en el jugar con el lenguaje y pensarse que por poner palabras cultas, el libro está escrito...

Sin embargo, aquí mismo llega lo peor del libro tb. A veces, se le va la mano. A veces descubres que no es Güili quien narra, sino Álamo (por cierto, ¡¡qué guapo es el jodío!!), y eso sí que no, embustes no.

No sé, gente. Si no tenéis nada mejor, yo me lo leería, pq es digno y curioso. Y sino, pues oye... Una obra maestra de la literatura contemporánea tampoco os estáis perdiendo!!

Sinopsis: Dicen que los niños, con esa mezcla de inocencia y perversidad, se permiten el lujo de cantar siempre las verdades que no se podrían oír en boca de sus mayores. Antonio Álamo se vale de la voz de un chaval para arremeter de forma irreverente y mordaz contra los adultos y su mundo.
Güili es un niño aspirante a escritor, cuyo principal objetivo -mientras espera la idea genial para la novela que lo lanzará a la fama- es el de escribir más de dos páginas al día, sin puntos y aparte como su idolatrado Franz Kafka. Así, cualquier suceso, opinión o pensamiento que pasa por la cabeza de Güili, es escrupulosamente anotado: la crisis familiar, su tierno despertar sexual, los juegos amorosos de su hermana Lila y hasta la muerte desfilan desordenadamente por los ojos de un niño curioso y ávido de conocimiento.
Extraordinaria muestra del talento de Antonio Álamo para el manejo del lenguaje y de las voces de los distintos personajes, Una buena idea es una divertida novela de aprendizaje sobre el paso de la infancia a la adolescencia.

3 comentarios:

Karcoma dijo...

con tus comentarios dubitativos y con la competencia que hay en el montón del lado derecho de mi escritorio, queda claro que no voy a leerme este libro.
que la voz del autor se cuele en la del narrador es uno de los peores (y más habituales) defectos a la hora de escribir, en mi opinión.
un buen libro (un magnífico libro) que adopta el punto de vista de un niño: "un mundo para julius", de alfredo bryce echenique (feroz crítica de la clase alta limeña).
anda que no llevas buen ritmo ni ná :)

Carne Radioactiva dijo...

esa noe, usté siempre elevando su caché con sus recomendaciones, me lo apunto!

El Bolsillo de Celia dijo...

por fin vacaciones! :) aquí en Madrid parece que nadie tiene vacaciones, el metro hasta arriba de gente al igual que el resto de la ciudad...ains, yo que creía que descansaría de tanto agobio pero nop
ahora a descansar siiii