sábado, 26 de abril de 2008

Mrs Dalloway, by Virginia Woolf


Acabo de llegar a casa y no tengo sueño. Me pasa mucho últimamente. Pienso demasiado, quizás.

Y pensando, pensando, me ha venido a la cabeza, mientras iba hacia el metro en maragall, después de disfrutar de 4 capítulos de alias, que me viene apeteciendo mucho leer algo de Virginia Woolf. Tan sólo he disfrutado de una de sus novelas, y me fascinó. También lo hizo Bloomsbury, el barrio en el que vivía en Londres, que visité hace unos meses con mi hermano, y donde degusté unas de las mejores mashed potatos que he probado en la vida, pero esa ya es harina de otro costal.

Mrs Dalloway es una de las mejores novelas que he leído en toda mi vida, y no exagero. Desde la primera frase, la ya mítica 'La señora Dalloway dijo que ella misma compraría las flores', hasta el trágico final, el nivel de la lectura no decae en ningún momento.

De los pensamientos más íntimos de Clarissa a la sociedad que la rodea. De lo inconveniente de sus pensamientos y sentimientos a la hipocresía inglesa del periodo de entreguerras. Del feminismo más novedoso a las tradiciones más recalcitrantes. De los sentimientos más puros y lésbicos a los formalismos más alarmantes y asfixiantes. Del amor a la locura; de la cordura al sufrimiento; de la fantasía a la realidad; de la vida a la muerte. La muerte como única forma de liberación en una sociedad opresora y castrante que no es capaz de aceptar al diferente.

La manera en que Woolf pasa de lo íntimo a lo público, de la Clarissa real (la que sólo ella, y nosotros lectores, conoce) a la que ven su coetáneos, de su cabeza a su apariencia, es increíble. Pocos escritores han conseguido este doble nivel de narración con la maestría de la autora inglesa, y eso convierte a este libro en una obra indispensable en la biblioteca de cualquier persona que ame la literatura en estado puro. O, al menos, eso creo yo, una vulgar lectora...

Y ahora que lo pienso... Hemos cambiado tanto, y tan poco, en todos estos años...

martes, 22 de abril de 2008

Pantaleón y las Visitadoras, de Mario Vargas Llosa


Que la literatura hispano-americana me encanta no es un secreto para nadie que me conozca. Gabo es mi autor favorito... De hecho, todavía no he hablado aquí de ninguno de sus libros por una cuestión de respeto, de miedo a no estar a la altura...
Ahora bien, que Vargas Llosa no es santo de mi devoción, también lo sabe todo el mundo. Pero una cosa es q el peruano, como persona, me parezca deleznable, y otra que, como escritor, merezca todo mi respeto.
Con 14 añitos me hicieron leer Los Cachorros. Al principio me daba mucha pereza, pero luego me atrapó. La crudeza en la narración y la historia, la descripción primorosa de una realidad social q no era la mía pero que podía imaginar, y de las vidas de unos muchachos que nunca lo tuvieron todo, y que nunca echaron de menos, me proporcionaron una muy buena nota en el examen de literatura del segundo trimestre en el primer año de instituto...
No había vuelto a leer nada del escritor hasta hace un año, más o menos. Pantaleón y las Visitadoras... Una pequeña joya de la literatura. Humor, sátira y una feroz crítica a las instituciones y la sociedad de un país en descomposición. Vargas Llosa echa mano de su caballería lingüística y de su humor más corrosivo para contarnos la historia de amor de Pantaleón Pantoja, capitán del ejército peruano recién ascendido, y una de sus visitadoras, La Brasileña... En cumplimiento de su misión secreta, incluso, y sobre todo, para sus más allegados: la de establecer un servicio de prostitución a domicilio a los cuarteles de la Amazonía, para tener a los hombres en la selva desahogados, el pobrecito capitán Pantoja se ve enfrentado a sus propias reglas y a su propia moral al caer rendido ante los encantos de una mujerzuela de la calle, mucho más interesante y más libre, q cualquier otra que haya podido conocer en toda su aburrida y convencional vida.
Un libro divertido y sincero, sencillo y complejo, directo y encantador. Un libro que, si no has leído, deberías leer, pq seguro que te encanta...

lunes, 21 de abril de 2008

Historias de Cronopios y de Famas, de Julio Cortázar


No soy una lectora ávida y complaciente de Cortázar. A veces es too much para alguien tan simple de mente y espíritu como yo, lo reconozco. Pero este libro lo recuerdo con un cariño especial, el que se le tiene a aquello que, al ser leído, te abre nuevos horizontes, nuevas fronteras...

Yo, a los 15-16 años de edad no tenía ni idea de lo que era un fama, ni un cronopio, y muchísimo menos, un esperanza...

Julio Cortázar me lo hizo ver claro... Yo quería ser cronopio, pero tenía madera de fama, con algún que otro toque de esperanza, qué le vamos a hacer... Ahora mismo, ni lo uno ni lo otro. Soy lanoe, que no es poco.

El libro está compuesto de diferentes cuentos. Cada uno con su encanto, con su manera de ver la vida, y de contarla. Cada uno con sus protagonistas... Pero en mi memoria hoy, y por siempre, quedará uno... Uno que siempre llevo conmigo... No hay escaleras que yo suba que no queden fijadas, hasta la próxima, por un taconazo bien dado de quien escribe... Cortázar me lo susurra siempre al oído, no vaya a ser que por no hacerlo, se escapen, y esto se vaya a convertir en un Hogwarts de pacotilla...

Ahora tiendo a mezclar historias de Rayuela con las de Cronopios y Famas... Será porque los personajes, el autor, y la lectora, al final, son los mismos?? Quién sabe, queridos cronopios, quién sabe...

viernes, 18 de abril de 2008

L'amic Retrobat, de Fred Uhlman


Hace muchos años que leí este libro... Demasiados, ya. Primer trimestre de literatura catalana en mi primer año del instituto. 14 añicos, qué tiempos aquellos!!

L'amic Retrobat es un libro duro. Amable, pero duro. Un niño ario y aristócrata de Suabia y un niño judío son amigos, amigos del alma. Hitler se pone a hacer de las suyas y... ¿Hace falta que os cuente más?

Evidentemente, si me lo leyese ahora, supongo q me parecería más bien flojo, pero es que resulta q es un libro juvenil, por eso gusta cuando se tienen 14 años, y no casi 30, como es mi caso ahora...

Valores como amistad, justicia, compañerismo, libertad o racismo se unen en un relato sobre el amor y el odio, sobre los contrastes de un país perdido en sí mismo, en su corazón. La historia fluye de manera sencilla, sin amaneramientos ni sentimentalismos gratuitos, o al menos, eso creo recordar...

Me leí el libro en a penas 2 días. Hice el examen y saqué un sobresaliente, sin el menor esfuerzo. El libro caló en mí, me hizo interesarme por temas históricos, por la segunda guerra mundial, por el movimiento nacional-socialista (usease, nazi), por los judíos como raza y como fenómeno social, político y económico...

No sé, tengo la sensación de q ese libro fue un principio, como los de Enid Blyton, pero esta vez, más bien, como un despertar al mundo adulto... Al mundo de los mercados de valores, del petróleo, de los intereses políticos, del horror de la guerra... Fue un abrir los ojos a la vez que Hans y Konradin, los protagonistas... De darme cuenta que, en contra de lo q los niños creen, el amor, el cariño y la amistad, no siempre son suficientes... De hecho, casi nunca lo son...

martes, 15 de abril de 2008

Enid Blyton, gracias por todo


son muchos los libros, a lo largo de mi vida, q me han marcado... empezando por aquellos de "365 cuentos. un cuento para cada día", y acabando, por ejemplo, por el que me estoy leyendo ahora, "los detectives salvajes", del amigo bolaño (quien ,por cierto, no es mejicano, en contra del creer popular, sino chileno).

sin embargo, hoy me voy a quedar con los libros de Enid Blyton. ella fue la primera autora que me hizo amar la lectura (la primera persona fue V, como él gusta de llamarse en su fotolog, mi hermano). desde el club de los siete y de los cinco, a seis primos en la granja, torres de malory o las series misterio y aventura.

los leí todos, de cabo a rabo, hasta en inglés me he leído alguno, durante mi estancia en belfast... son fantásticos, pq el lenguaje y el ritmo de la trama es perfecto para el público al q se dirigen, y además, te despiertan muchas ganas de saber. de saber más. de saber qué es la cerveza de gengibre (ginger ale, vamos), o el críquet. te entran ganas de saber cómo sería la vida en un internado, o pasando el verano con tus primos, o hacer deporte al aire libre durante horas...

estos libros me educaron, y me formaron como lectora... y jamás les agradeceré lo suficiente q abriesen la caja de pandora. tras ellos, llegaron los tres investigadores de hitchcock, puck, los gemelos, los hollister... todos de los 70, como mis hermanos, y todos divertidísimos y entretenidísimos, pero ningunos tan guays como los de la autora inglesa.

ahora la comparo un poco con jk rowling. sólo un poco, pq la historia es diferente, y la sociedad, y el cine, y las editoriales y, y, y... pero esa ya es otra historia, y la vamos a dejar para otro momento. os parece?

lunes, 14 de abril de 2008

On Cheasil Beach, de Ian McEwan


Últimamente estoy leyendo mucho... Será que esto de estar en paro, realmente, tiene sus cosas buenas... Si ya me lo decían cuando me dieron la patada de la productora, pero una, que es cabezona, no se lo acababa de creer.

El otro día, comentaba en mi flog (www.fotolog.com/noemozica) que hacía muchísimos años que no lloraba con un libro. llorar de verdad, con hipidos e hilillo de mocos incluídos... On Cheasil Beach lo ha consguido, con su sencillez y su profundo y maduro análisis de sentimientos y emociones.

Este libro me ha conmovido en lo más profundo. Su manera de describir el amor, las relaciones sexuales, la barrera de lo no dicho, la incomunicación como muerte segura para cualquier relación... Su indefinición temporal, magistralmente conseguida de una manera sencilla y q no se deja notar (el propio edward, en un momento dado, comenta q ya no sabe si está en 1960 y en 1860)... Su cercanía y su lejanía, como la de florence y edward, y la puesta en escena de la absoluta fragilidad de nuestros sentimientos, de nuestras acciones y de todo lo q nos rodea... Los guijarros de chesil beach como lo único que siempre sigue ahí, aunq cambiante. Porque todo cambia. La vida, los amigos, los amores, y hasta uno mismo. De manera imperceptible unas veces, a lo grande muchas otras. El tiempo nos erosiona, como a las piedas. Erosiona nuestra mente y nuestro corazón. Erosiona nuestra coraza, nuestros sentimientos y nuestros miedos... Y entonces lo que nunca dijimos se muestra, atroz, ante nuestros ojos, y nos damos cuenta de lo tontos que somos. Demasiado tarde, su turno ya pasó. Vuelva usted mañana, pero mañana, a lo mejor ya no estás...

Y yo te digo, mi amor, que ni yo ni tú somos ellos, pero todos podríamos serlo, y eso hace q las lágrimas se me salten sin previo aviso. Qué cosas... Al final va a ser verdad aquello de q la mejor ficción no es real, pero lo parece...